domingo, 23 de noviembre de 2014

El jilguero. De Donna Tartt


Os traigo hoy una recomendación especial. La última novela que he terminado de leer. En numerosos artículos y reseñas bibliográficas que podáis leer sobre esta obra veréis que se habla muy bien de ella e incluso se la llega a considerar como la primera obra clásica del siglo XXI. Yo no me atreveré a tanto porque no soy tan experto pero sí diré que me gustó y la disfruté como una de las novelas más interesantes que ha llegado a mis manos en los últimos años. 
El arranque de la novela me parece genial, sorprendente. Visita a un gran museo, atentado terrorista, confusión y desconcierto y la inocencia de un niño que aconsejado por un moribundo desconocido se lleva uno de los cuadros más significativos y únicos de la colección (el jilguero del pintor holandés Carel Fabritius, 1622-1654). Muchas serán las peripecias por las que atraviesa la historia y el personaje protagonista Theo Decker, siempre obsesionado por ocultar el cuadro para que nadie lo encuentre. Tras perder a su madre en el atentado del Metropolitan de Nueva York y con su padre en paradero desconocido tras su separación de su madre, Theo se encuentra totalmente solo. Es acogido por la familia de su mejor amigo, compañero de escuela. Hasta que de manera inesperada aparece su padre para hacerse cargo de él y llevárselo con él a Las Vegas donde conocerá a un nuevo compañero de clase que se convertirá en personaje clave del resto de la novela. 
El jilguero tiene todos los alicientes y condimentos de la cocina de una buena obra de ficción: hay una historia original, una buena descripción de los personajes, llenos de  humanidad, soledad y sufrimientos, el mercado negro del arte, relaciones familiares problemáticas y desarraigadas, droga, robos, asesinatos y ajustes de cuentas, etc. Y todo ello rehogado con un buen estilo y ritmo narrativo.
Si tengo que poner un pero es su extensión. Sus más de 1000 páginas se hacen a veces un poco largas. Especialmente la fase de la novela que se sitúa en Las Vegas. Durante muchas páginas me pareció que este "inciso" era excesivo. Al final de la novela éste adquiere nuevo sentido y justificación, pero sigo pensando que se podía haber resuelto con menor número de páginas. 
Para terminar y resumiendo diré que la novela me gustó y que la recomiendo vivamente.
Comentario: Herminio Rodríguez

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